11 septiembre 2008

Platón se revuelca en su tumba

Se dice que la obra de Platón fundó y dio sustento a toda la filosofía europea posterior, en especial sus famosos Diálogos. La enorme influencia de estos escritos en el pensamiento occidental llega hasta el día de hoy, pariendo y moldeando, aunque no lo sepamos, nuestra propia cosmovisión.

El diálogo que voy a transcribir a continuación, no.

Introducción #1 (Sociológica).

Un viaje en colectivo, en especial si es a bordo de la línea 114, puede deparar muchas sorpresas. Se pasan cantidades de horas suspendido en el tiempo y a merced del tránsito, las condiciones del asfalto, las barreras, y hasta del humor o las planillas horarias del chofer. ¿Quién no ha llegado temprano a destino gracias a un chofer apurado, o demasiado tarde sólo porque tuvo la mala suerte de subir a un colectivo que iba adelantado según su organigrama? Hasta no hace mucho tiempo sólo un buen libro, un walkman o una siesta improvisada, se erigían como paliativos ante viajes inexplicablemente largos. Hoy se suman otras posibilidades de la mano de reprodutores de mp3, mp4 y teléfonos multifunción. Una gran colección de música y por qué no una película o un capítulo de Lost hacen del traslado a la oficina algo más llevadero. Una buena conversación telefónica puede ser también un medio más que agradable de pasar el rato sobre los adoquines, aunque los costos de charlas relajadas suelen ser prohibitivos. La alternativa de baja gama para estas últimas son, claro, los mensajes de texto. Y creo no equivocarme si afirmo que, de todas las opciones que nombré antes, es ésta la más utilizada por los pasajeros. Después de todo, el hombre sigue siendo un animal gregario.

Introducción #2 (Apologética).

El uso de siglas en lugar de nombres responde a uno de los aspectos más importantes del diálogo. Quizá no está explícito en el texto, pero la razón fundamental es la integración al nuevo grupo. Para integrarse es necesario adoptar ciertos valores. El uso de siglas, entonces, es la clara demostración de mi poder de adaptación. El nuevo valor que he integrado a mi vida es la paranoia. ¡Qué gran enseñanza! Me siento un pasito más cerca de la plena realización profesional-personal (lamentablemente el español no cuenta con un vocablo que abrace ambas áreas de la vida que, como todos sabemos, es una sóla).

Por lo demás, la sigla no sólo es estéticamente superior a la palabra, más elegante, esbelta y funcional, sino que tiene una clara función metafórica, haciendo que miles de palabras que nunca convivieron (Dios nos libre!) tengan ahora la posibilidad de hacerlo, yuxtaponiendo sus sentidos, generando nuevas áreas de pensamiento, rompiedo barreras mentales, volviendo obsoleto lo establecido.

Introducción #3 (Fáctica).

El presente diálogo, cuyo soporte no fue la voz humana sino sucesivos mensajes de texto, se produjo, precisamente, a bordo de una unidad de la línea 114, de regreso a casa. Mi amigo GM, anoticiado por mi amiga RL de ciertas novedades ocurridas en torno de la integración de C con T, lanza uno de sus famosos dardos ponzoñosos, disfrazado de SMS, y con esto hecha a rodar el coloquio que hoy nos reúne, amable lector, en este espacio. La primera línea se entiende si se recuerda que mi amigo GM solía comparar C con Suiza, en contraste con GP (Ups! ¿Cómo hago una sigla de una sigla?) que en este escenario sería un ignoto país tropical gobernado hace años por el mismo dictador.

El Diálogo.

GM: ¿Así que T no es Suiza?

RA: Ja! Ni nada que se le parezca... Esto es EEUU con sus manuales infalibles... Un horror.

GM: Home of the braves!

RA: Brave... Que rima con McCain.

GM: Obama rima con banana. Mmmmm no tiene ninguna posibilidad.

RA: ¿Ahora entendés por qué T no es Suiza?

GM: ¿Te dan la membresía de la asociación del rifle al menos?

RA: Sólo si sos VP para arriba. Al resto una chapita con el nombre para colgar del cuello.

GM: Al final los franceses tenían razón.

RA: Sí, claro... Mirá Haití. Todavía me quedo con los ingleses.

GM: Nunca tendrán a Carla Bruni...

RA: Y Uds. nunca tendrán a Ewan McGregor.

GM: Ja! Touché.


Epílogo (Exegética).

Nunca antes un diálogo tan trivial tuvo tantas introducciones. Signos de la postmodernidad, quizá.

Aunque no le tenga demasiada simpatía, indudablemente el crédito sigue siendo para Platón.

Gracias.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre se supo que Raul Alfonsin era Coca Cola, pero no tenía idea de que tambien era General Motors...
Ah... no entendi? me sientro frustrado profesional-personal-mente

Anónimo dijo...

mi muy querido amigo Roman no entiendo un pepino pero me alegro tanto saber algo de vos que hasta se me hizo llevadera toda la explicacion.
Espero poder compartir algo mas que un post ( viste yo tambien soy posmoderna y ademas blogger)extraño los almuerzos bajo la galeria de mi casa y las largas charlas de nuestra juventud ( mas juventud tuya que mia)
Aparece...canejo! que yo voy a terminar momificada como Tutankamon esperando encontrarte.
Un beso
Nora

Anónimo dijo...

Famosos dardos ponzañozos? Noto un dejo de afecto en esa frase? Al menos me alegro de no serCármides, ni Critón, ni Eutifrón, ni Ion, ni Laques, ni Lisis y mucho menos Protágoras.

Lo hice otra vez, no?